Aunque trató de ponerle paños fríos, María del Carmen Alva Prieto, presidenta del Congreso, habría brindado declaraciones comprometedoras en los diversos audios filtrados a la prensa en estos últimos días. En la conversación nueva que se mostró en redes sociales, se le oye decir a la funcionaria que todas las Fuerzas Armadas estaban de su lado.
Alva le dijo a su interlocutor que, el presidente Pedro Castillo Terrones no quiere ir al Congreso, porque no tiene cómo defenderse, pues está solo y cag*do, lo que él quiere es hacer que el pueblo los saque, así como al expresidente Manuel Merino ¿entiendes? ¿Por qué tuvo que renunciar Merino si era constitucional?, ¡por la gran presión de la calle!
Asimismo, la acciopopulista recordó la semana de protestas que se vivió en Lima en el 2020, luego de que Manuel Merino asumiera la presidencia tras la vacancia de Martín Vizcarra.
En esa línea, señaló que todos los parlamentarios tuvieron que salir por la puerta de atrás del Congreso, no podían salir por adelante porque toda la policía estaba atacando con bombas lacrimógenas y la gente estaba afuera incendiando todo, casi incendian el Congreso y la policía montada fue la que evitó que se incendiara, y el que estaba a cargo de todo eso es el que tiene ahora de seguridad de afuera, el coronel, ese es quien estuvo a cargo de salvar de que no lo incendien al Congreso.
Sin embargo, la parte más grave de dicho audio es cuando esta menciona el apoyo militar e indica que quieren cerrar el Congreso, pues allí están. Antes, las Fuerzas Armadas se tomaban fotos con Martin Vizcarra porque estaban de su lado, pero ahora las Fuerzas Armadas estarían con ellos.
Al respecto de esa última declaración, Omar Cairo Roldán, abogado constitucionalista comentó que, si Alva dijo que las Fuerzas Armadas están con ellos, entonces incurrió en una indiscutible infracción constitucional y tendría que renunciar a la presidencia del Parlamento solo por eso.
Pero Cairo Roldán va más allá e indica que la conducta de la titular del Poder Legislativo se acerca de manera peligrosa al delito de rebelión detallado en el artículo 346 del Código Penal; alzarse en armas para deponer al gobierno constituido legalmente.
