La pobre señora de tercera edad pensó que su celular tenía algún fallo por el cual no le llegaban las llamadas de sus hijos e hijas, fue al técnico para dar solución a su problema y el diagnosticó la hizo sollozar.
Un video en la plataforma de Facebook se viralizó rápidamente porque una señora de avanzada edad tuvo que vivir una triste historia de el desagradecimiento de sus propios hijos. Sin embargo, ella pudo obtener un final inesperado por parte del técnico que la ayudó.
La historia da inicio con la emotiva escena de una abuelita que acude a un técnico en una tienda donde reparan móviles y laptops; al cual ella le pide que revise su celular por si tiene algún fallo, ya que sus hijos no le contestan las llamadas y tampoco puede recibir la de ellos.
Quizás no sirve mi celular, ya está viejo ¿Cómo voy a comunicarme con mis hijos? fueron las palabras que dijo la mujer. Por su parte, el joven que la estaba atendiendo quiso aprovecharse de la humildad e inocencia de la dama y trató de cobrarle una fuerte suma de dinero fuera de razón.
En preciso momento, otro muchacho que estaba cerca de la zona, llamó a la señora y se ofreció en brindarle su ayuda para dar solución a su problema, pensando que era otro técnico que quería ayudarla, fue con él. Fui donde ese muchachito a su tienda, me quiso cobrar mucho dinero. Yo lo único que quiero es poder hablar con mis hijos, expresó con lágrimas en los ojos.
Al borde de la rabia, el otro joven, el segundo que se aproximó a ayudarla, agarró el celular de su clienta y sin que se lo notase; seguido de esto procedió a llamar a uno de sus hijos. Esto cambió la historia completamente.
Lo único que quiere esta abuelita es encontrarse con uno ustedes, sus hijos y poder hablarles. Les doy mis datos personales si gustan y pueden venir a mi tienda para que vean como se encuentra, exclamó el muchacho.
En otro instante, la señora regresó acompañada de un hombre a su lado, quien para sorpresa de todos los presentes resultó ser su hijo. La señora de avanzada edad quiso darles las gracias al joven le brindó su ayuda en ese desesperado momento; él no le cobró ni un céntimo, pues el celular no resultado estar malogrado o tener fallas, y nunca le dijo la verdad a la pobre ancianita.
