La Luna tendría un hijo que orbita de una forma parecida a la Tierra de entre 40 y 60 metros de diámetro. Se trataría de un cuasisatélite con un muy tenue brillo al ser 4 millones de veces más débil que una estrella que podría ser captada por un humano, al que se le denominó como Kamo’oalewa o 2016 HO3.
Tuvo un curioso descubrimiento pues los científicos usaron en el 2016 un PanSTARRS hawaiano, un telescopio que fue diseñado para cubrir cantidades grandes de cielo nocturno y para identificar asteroides y/o cometas que puedan ser considerados un peligro para nuestro planeta.
Este artefacto sofisticado fue el que acabó descubriendo una posible “Luna en miniatura” que se estaba muy cerca al satélite natural de nuestro planeta, que solo se podía apreciar unas pocas semanas en abril.
De acuerdo con Nature Communications Earth and Environment’, existen muchas posibilidades de que sea una pequeña versión del satélite que conoce el mundo; pero, en esta ocasión acompañaría a nuestro planeta en una distancia de 14,5 millones de km.
Benjamin Sharley, representante de la agencia SINC, explicó que otro factor que se debe tomar en cuenta es que este pequeño asteroide “reflejaría la luz del sol de una manera más típica de los minerales que están en la Luna que de los asteroides comunes; además, su órbita es muy diferente a la de otros asteroides y comentas que rodean nuestro planeta en el espacio.
Hasta la fecha no se tiene la suficiente información para definir el parentesco entre la luna y Kamo’oalewa; por eso, hay una posibilidad de que se trate de un asteroide que se enganchó a nuestro planeta en algún momento de la historia. Sin embargo, podría tratarse de una gran casualidad por la trayectoria y composición que tiene.
